Para hablar de Calafate es necesario saber qué tipo de turismo representa este lugar. Calafate está a unas tres horas y media de vuelo de la capital Buenos Aires. Lo más interesante de este lugar es que la primera emoción que se siente al llegar al pueblo, en mi caso… “estoy en mi casa”. En un atardecer de tonalidad rojizo como fuego, y con un clima demasiado frio, el más intenso de toda mi vida, resulta totalmente encantador entrar ya sea a tu hotel o a un restaurante y tomarse una copa de vino o bien sea una tasa de chocolate caliente. Supongo, ya están entendiendo a que me refiero con la expresión de “estoy en casa”, me refiero a la calidez del hogar.
Y Resulta ser esta última la mejor manera de expresar la comodidad de este pequeño pueblo hecho en madera y cubierto por farolas que alumbra sus calles todas las noches y que en el día nos ofrece paisajes de belleza tan magnífica que me resulta difícil describir. A lo lejos imponentes montañas de color blanco con negro y entre ellas el pueblo; el rio Argentino de agua tan fría como pura. Sinceramente cuando la gente llega a Calafate no se quiere ir, y soy fiel testigo de ello. Un muy buen consejo para caminar por las mágicas calles de Calafate es usar ropa lo bastante abrigada y si no goza de cabello largo, un gorro para evitar que se congelen sus orejas.
Algo sumamente importante de Calafate es su gastronomía. Este sin lugar a duda ha sido el lugar donde he probado el mejor cordero de toda mi vida, el cordero patagónico se convirtió en mi comida por excelencia en toda la Patagonia argentina y acompañado de un buen vino argentino claramente es algo de lo que no se pueden perder. Otra cosa muy característica del pueblo es que en este lugar se creó la famosa bebida Argentina el Mate que consiste en una rica infusión de hiervas que se toma por una especie de pajilla metálica, es exquisito y una muy buena solución para el penetrante frio. Tal vez lo más bello de la gastronomía de calafate es que todo es hecho manera artesanal, así pues le da un toque aun más llamativo y hogareño.
Es momento de empezar a hablar del mayor atractivo de la región de Calafate, más aun que su maravilloso pueblo. Hablo de los glaciares que se encuentran escondidos entre las montañas Argentinas y que se adentran en el rio. Los glaciares que no son más que un mar de hielo de tamaño colosal que se internaron hace millones de años entre las montañas y han permanecido imponentes y majestuosos cuya belleza es tan perfecta que las palabras resultan ser un limitante para describirlos. Cuando el sol toca el hielo de los glaciares, logra crear una gama de azules traslucidos claros como de en sueño y en el momento de un desprendimiento, primero viene un sonido ensordecedor que proviene del hielo y que se escucha a la lejanía como si la tierra rugiera, después un trozo de hielo de tamaño de un camión que resulta insignificante para el glaciar cae al rio creando un oleaje que con los rallos del sol crean un efecto como si el rio estuviese cubierto por plata. No he exagerado en ninguna de estas afirmaciones, realmente es una experiencia abrumadoramente bella.
Actualmente existen más de 40 glaciares en Calafate, pero tres de ellos son los más importantes y se deben visitar. El primero y tal vez el más conocido es el Perito Moreno al cual se llaga por tierra y se encuentra justamente al frente de una ladera en una montaña. Se han creado una serie de pasarelas para apreciar la magnificencia de estos titanes. Desde aquí podrán ver casi todos los ángulos del glaciar y también sus desprendimientos. También existen tours en bote para observar el lado sur del perito moreno que logran acercarse aun más al glaciar.
Los otros dos glaciares el Uppsala y el Spegazzini a los cuales solo se tienen acceso en barco por el lago Argentino que es un privilegio, por demás, encantador. Digo esto porque al viaje comienza en el pleno amanecer de Calafate y por experiencia es una de las cosas más hermosas que podrán ver sobre la tierra, es de color naranja intenso que se asoma en el horizonte entre las montañas y hacen juego con el agua que aún permanece obscura que en su oleaje se deslizan las tonalidades naranjas de dicho amanecer. Poco a poco el día se torna más claro y se admira el imponente paisaje de innumerables montañas blancas cubiertas de pinos, cóndores nos sobrevuelan como saludando y el rio infinito que pareciese se lo tragaran las montañas. A lo largo del recorrido muchos icebergs sin rumbo aparente y formas muy peculiares. Es un a dicha que los barcos puedan acercarse lo suficiente a los iceberg como para tocarlos. El primer glaciar que verán será el Spegazzini que al igual que su hermano el Perito Moreno goza de majestuosidad y belleza. Cuando fui a conocer el Spegazzini, particularmente en esa fecha el glaciar había tenido bastantes desprendimientos así que la cantidad de icebergs, por cierto gigantescos como edificios o una torre, fue bastante numerosa lo cual lo hizo aun más llamativo.
Después de admirarlo lo suficiente para quedar satisfecho, nos dirigimos al glaciar Uppsala. En el camino pude observar variedad de fauna típica de Calafate: caballos, venados, cóndores pero no tuve el gusto de ver un puma. El viaje siempre es bien acompañado por una taza de chocolate y el gran paisaje que se disfruta, también si quiere un whiskies en las rocas con el hielo de los iceberg es totalmente factible en este lugar. Al llegar al glaciar Uppsala, el más grande y alto de todos los glaciares de calafate, ese momento debe ser el medio día el sol debe estar en su punto más alto y se refleja en las grietas del glaciar con miles de tonalidades azules que reflejan su infinita pureza. Resulta hermoso a la vista. Solo resta apreciarlo y tomar algunas fotos y casi que obligados volvemos al puerto del lago Argentino.
Para finalizar debo recomendarles que dediquen una noche frente una chimenea y recopilen todos los recuerdos que puedan atesorar de este lugar, con buena compañía y buen vino. Es uno de mis lugares favoritos del planeta y recomendado de Walking in the WonderWorld espero tengan pronto la oportunidad de vivir lo que yo, y que seguramente será igual o aun mas magnifica que mi experiencia en Calafate.